IoT y Blockchain, tecnologías que se complementan para garantizar una seguridad y privacidad óptima en las diferentes aplicaciones y desarrollos donde están presentes.
Pero comencemos por qué es IoT. El Internet de las Cosas es la conexión de dispositivos físicos a internet para recopilar y compartir datos y puede ser aplicado en multitud de entornos. Gracias a esta tecnología, los usuarios y equipos interactúan entre sí de manera automatizada.
La historia de IoT se remonta a los años 80, cuando se comenzó a desarrollar tecnología para conectar dispositivos a través de redes, por aquel entonces se utilizaba el nombre de M2M (machine to machine). Sin embargo, fue en 1999 cuando se acuñó por primera vez el término «Internet de las Cosas» por Kevin Ashton, un investigador en tecnología RFID. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado rápidamente y se ha implementado en una variedad de campos, desde la industria hasta el hogar.
No debemos olvidar que desde que nos levantamos hasta que llegamos a casa por la noche, estamos rodeados de dispositivos que nos hacen la vida más fácil, nos ayudan en tareas diarias rutinarias y nos permiten acceder a multitud de servicios que antes eran impensables. La incorporación de tecnologías como IA en los dispositivos, la posibilidad de ejecución y toma de decisiones en el extremo, sin necesidad ni si quiera de conexión a Internet, hace que las aplicaciones sean cada vez más amplias, tanto en industria como en hogar.
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Con qué barreras se enfrentan los dispositivos IoT
Uno de los principales desafíos al implementar IoT es garantizar la seguridad de los dispositivos conectados y la privacidad de los datos recopilados. Debemos pensar que la capa de ataque en los dispositivos IoT es la mayor en el mundo IT, pues va desde el mismo dispositivo, su conexión a la red, su paso por los servidores corporativos y red de la empresa, su viaje a Internet y el análisis de los datos y posterior respuesta a los dispositivos IoT. Pensemos la cantidad de diferentes protocolos y medios que debemos atravesar en muchos casos para que los dispositivos puedan realizar sus labores.
Es aquí donde el Blockchain puede ser de gran ayuda. Blockchain es una tecnología de registro distribuido que permite almacenar información de manera segura y transparente. Al utilizar la criptografía para proteger los datos, el Blockchain ofrece una capa adicional de seguridad que ayuda a prevenir el robo de información o el acceso no autorizado.
Además, el Blockchain también puede ayudar a garantizar la privacidad de los datos al permitir el control y la gestión de los datos por parte de los usuarios. Por ejemplo, los usuarios pueden elegir compartir sus datos solo con ciertos dispositivos o aplicaciones, y pueden revocar el acceso en cualquier momento.
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IoT y Blockchain pueden ir de la mano gracias a IOTA
IOTA es una criptomoneda y una plataforma de contabilidad distribuida que se centra específicamente en el Internet de las Cosas (IoT). La plataforma se basa en una tecnología llamada Tangle, que es una forma de Blockchain distribuido y escalable. Se diferencia de otras criptomonedas como Bitcoin o Ethereum en que no utiliza una cadena de bloques tradicional, sino un grafo acíclico dirigido (DAG) para registrar las transacciones.
IOTA se diseñó para resolver algunos de los desafíos actuales de IoT, como la escalabilidad, la seguridad y la eficiencia energética. La plataforma IOTA permite una comunicación segura y privada entre dispositivos IoT, lo que facilita la interconexión de dispositivos y la automatización de procesos. Además, al no requerir mineros para validar transacciones, IOTA es más eficiente energéticamente que otras criptomonedas.
IOTA también tiene una serie de funciones únicas que la hacen especialmente adecuada para IoT, como la capacidad de manejar microtransacciones y la capacidad de realizar pagos sin comisiones. Esto permite a los dispositivos IoT realizar transacciones automatizadas y pequeñas entre sí sin la necesidad de intervención humana.
IoT presenta desafíos importantes en cuanto a seguridad y privacidad, pero la tecnología Blockchain puede ayudar a abordar estos desafíos al proporcionar una capa adicional de seguridad y permitir el control y la gestión de los datos por parte de los usuarios. Es importante destacar que el IoT y el Blockchain son tecnologías complementarias y no necesariamente deben ser implementadas juntas, pero pueden mejorar el funcionamiento de ambas. En este sentido podemos utilizar IOTA como alternativa para la securización de transacciones de forma económica y rápida y añadir mayor control del dato en entornos donde la seguridad es crítica.