Francisco García Gálvez
Cargo y departamento
Si le hacemos caso a la estructura organizativa, me correspondería el puesto de Director de Operaciones, pero como es difícil delimitar que es eso de las “Operaciones”, me gusta considerarme un “líbero”, que participa transversalmente en múltiples actividades de la compañía con el principal propósito de tratar de que las cosas sucedan, aun a riesgo de mortificar a algun@😊
¿Cuántos años hace que perteneces a esta familia?
Tengo el privilegio de haber visto nacer Einzelnet, en una época un tanto convulsa profesional y personalmente para mí. Después de algunas experiencias previas agridulces y desencantado de la profesión, este proyecto me supuso un revulsivo emocional y un reto profesional que cambió y fijó definitivamente el rumbo de mi vida. Por esta razón y aunque este año se cumple teóricamente el vigésimo aniversario de aquel momento, no sólo no me pesan los 20 años transcurridos, sino que cada vez soy más consciente de lo que me queda por aprender, por hacer y por disfrutar con esta aventura.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en Einzelnet?
Me gustan muchas cosas de mi casa, pero si tuviera que destacar las principales me decantaría por la familia que la habita, con la que me siento feliz, integrado y valorado, la libertad creativa que dispongo para desarrollar nuevas cosas sin temor al estigma del fracaso y las continuas oportunidades que ofrece la compañía para conocer personas, participar en nuevas aventuras y crecer en el más amplio sentido de la palabra.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Como tengo completamente naturalizado que el trabajo forma parte del tiempo vital de que dispongo, como tantas otras actividades, en realidad no hago mucha distinción entre tiempo libre y de trabajo. Ambos coexisten sin mayores dificultades que el límite que imponen las 24 horas que tiene cada día. Además, como duermo poco, me cunden bastante. En cualquier caso, además de trabajar, disfruto con mis hijas, que se llevan una porción importante de ese “tiempo libre” y de otros hobbies a los que les dedico el tiempo justo para que me sigan resultando estimulantes. Tengo muchos y además cambian con frecuencia, pero por destacar los incondicionales diría que: ver documentales de todo tipo, hacer algo de deporte, arreglar o fabricar cosas (lo que viene a llamarse bricolaje) y jugar con mi simulador de vuelo ✈️.
¿Quieres compartir alguna anécdota?
20 años de trayectoria en Einzelnet dan para escribir una biografía, pero por seleccionar una que no sonroje a nadie y tenga que ver con el trabajo que hacemos, recuerdo una que viví en un cliente, Adeslas, que ahora rememoro con cariño, aunque en su momento no me hiciera gracia…
Resulta que administrando los sistemas de este cliente, para lo cual contábamos con un amplio equipo técnico, en un momento determinado empezó a reiniciarse uno de sus servicios críticos en horario de máxima producción; más o menos, entre las 11 y las 12 y media de la mañana. Como era nuestra responsabilidad, enseguida nos pusimos a investigar, hacer pruebas, analizar, implementar cambios, etc. para ver si averiguábamos el motivo y lo corregíamos, pues ya digo que pasaba todos los días.
Recuerdo incluso que llegamos a reconstruir desde cero todos los sistemas que sustentaban este servicio (bastante complejo), pero nada, seguía cayéndose de lunes a viernes, en horario de plena carga. Como se puede imaginar, después de 3 semanas así y con la presión agregada que, lógicamente, imponen estos sucesos, primero para la compañía y, muy especialmente, para el Departamento de Informática, la cosa echaba chispas y nosotros con ella. Recuerdo el stress, la angustia y el cansancio, no solo mía, sino de todo el equipo, hasta un jueves por la tarde, en que el Director de Informática, el irrepetible
Alberto Sisí, me llamó para decirme que el equipo encargado del mantenimiento de la aplicación había descubierto por qué se caía el cacharro. Ansioso por saber el motivo y previa recomendación de tomar asiento, Alberto me fue desgranando pausada, pormenorizadamente y entre toda clase de epítetos, cómo un individuo de otra compañía, con escasos conocimientos de la cuestión y encargado del mantenimiento de la aplicación, tenía a bien cerrar su sesión de Terminal Server haciendo clic en Start->Shutdown, en lugar de hacer Start->Logout, cosa que repetía más o menos en el susodicho intervalo horario, coincidiendo con su reglamentaria pausa para el café de media mañana y de forma serena y sistemática cerraba previamente su espacio de trabajo. Debía sentirse muy sorprendido él de que siempre se cayera el servicio que gestionaba cuando él no estaba, pero el caso es que creo que apareció flotando en el Manzanares unos días después, fruto seguramente del efusivo agradecimiento que recibió.
🤔 Desde entonces aprendí una variante de ese principio llamado la navaja de Occam, que reza así:
«Ante dos explicaciones a un mismo suceso, no desdeñes la que pueda resultarte más estúpida».